Con carácter general el usuario del servicio notarial que satisface su coste, es decir quien paga los aranceles, tiene derecho a elegir notario libremente. Normalmente existirá una conexión razonable de la Notaria con el acto o negocio documentado.
Así, por ejemplo, en una compraventa la conexión podrá venir dada por la localización del inmueble o el domicilio del comprador si este es quien satisface los honorarios notariales.
Previa o posteriormente al otorgamiento de cualquier acto o contrato el usuario de los servicios notariales tiene derecho, y en muchos casos el deber de ser asesorado de forma imparcial por el Notario y sus colaboradores, con la finalidad de entender elegir la mejor solución entre las diferentes alternativas y una vez elegida conocer el alcance y los efectos de los actos y contratos documentados notarialmente.
Hoy la transcendencia jurídica, fiscal, familiar o financiera de la mayoría de la escritura hace imprescindible este asesoramiento.
El Notario presenta una doble faceta, de un lado como profesional de derecho asesorando e indagando la voluntad de las partes, y de otra como funcionario público, dando fe de la realidad por él percibida, ajustándola a la legalidad para generar un documento público dotado de importantes y privilegiados efectos.
Su retribución no es libre sino que viene prefijada por un arancel (remisión a la web del consejo general del Notariado).
El Equipo
La Notaría, que lleva instalada en el mismo local desde el año 2.000, está integrada por un equipo humano estable y coordinado.
Cuenta, por lo tanto, con la preparación necesaria y la experiencia reportada por miles de casos (incluso los relacionados con el derecho extranjero) solucionados con eficacia para satisfacer las necesidades habituales de los usuarios de servicios notariales.
Estamos acostumbrados, además, a tratar y a encontrar soluciones jurídico-fiscales más ventajosas.